El propósito de la familia

woman holding man and toddler hands during daytime
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boy wearing gray vest and pink dress shirt holding book
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Existen varios medios por los cuales pueden prepararse en vida para obtener, un día futuro, un bendito final. Y es en uno de estos medios más eficaces en el que queremos reflexionar ahora. Este medio es la adoración familiar; es decir, la edificación diaria que los miembros de una familia cristiana puede disfrutar mutuamente. 

Qué es la familia

Quienes conforman una familia

El propósito de la familia

El propósito de la piedad en los hogares cristianos

1. Para darle la gloria a Dios

¿Hay otro lugar aparte de la familia y el hogar en el que prefieren glorificarle? ¿Será tan solo que no tienen que implorar por misericordia y protección? ¿No conversará cada uno de ustedes con su esposa y sus hijos sobre ese Ser que un día tal vez sea el único Esposo de su mujer y el único Padre de sus hijos? 

¡Cuántos ejemplos hay en los que las almas inmortales que han sido unidas nunca se han preguntado quién las unió y cuáles serán su destino futuro y sus objetivos! ¡Con cuánta frecuencia ocurre que, aunque se esfuerzan por ayudarse el uno al otro en todo lo demás, ni siquiera piensan en echarse una mano en la búsqueda de lo único que es necesario, en conversar, en leer, en orar con respecto a sus intereses eternos! ¡Esposos cristianos! ¿Acaso sólo deben estar unidos en la carne y por algún tiempo? ¿No es también en el espíritu y para la eternidad? ¿Son ustedes seres que se han encontrado por accidente y a quienes otro accidente, la muerte, pronto separará? ¿No desean ser unidos por Dios, en Dios y para Dios? ¡La fe cristiana uniría sus almas mediante lazos inmortales! Pero no los rechacen; más bien al contrario, estréchenlos cada día más, adorando juntos bajo el techo doméstico. Los viajantes en el mismo vehículo conversan sobre el lugar al que se dirigen. ¿Y no conversarán ustedes, compañeros de viaje al mundo eterno, sobre ese mundo, del camino que conduce a él, de sus temores y de sus esperanzas? Porque muchos andan —dice San Pablo— como os he dicho muchas veces, y ahora os lo digo aun llorando, que son enemigos de la cruz de Cristo (Fil. 3:18) porque nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también ansiosamente esperamos a un Salvador, el Señor Jesucristo (Fil. 3:20).

2. Para proteger a los hijos del pecado

Les preocupa en gran extremo la prosperidad de sus hijos, su felicidad temporal; ¿pero no hace esta preocupación que el descuido de ustedes por su prosperidad eterna y su felicidad sean aún más palpable? ¿no están ustedes preparando para ellos una tierra favorable de la que puedan derivar savia y vida? ¿qué será de sus hijos en medio de todas las tentaciones que los rodearán y los arrebatarán al pecado? 

¡Padres¡ Si sus hijos no se encuentran con un espíritu de piedad en el hogar, si por el contrario, el orgullo de ustedes consiste en rodearlos de regalos externos introduciéndolos en la sociedad mundana, permitiendo todos sus caprichos, dejándoles seguir su propio curso, !los verán crecer como personas superficiales, orgullosas, ociosas, desobedientes, insolentes y extravagantes¡ Ellos los tratarán con desprecio y cuanto más se preocupen ustedes por ellos, menos pensarán ellos en ustedes. 

¡Ojalá que la consciencia les haga entender lo grande que ha sido su pecado contra Dios al descuidar los medios que estaban en su poder para influir en los corazones de sus hijos y pueda ser que otros queden advertidos por la desgracia de ustedes! ¡No hay nada más eficaz que le ejemplo de la piedad doméstica! Aquí como en cualquier otra parte e incluso más que en otro lugar, el ejemplo es mas eficaz que el precepto. No se les debe enseñar que deben de amar a Dio a partir de un mero libro elemental, sino que deben demostrarle amor por Dios. Por medio de la adoración familiar, estos jóvenes crecerán "como arboles plantados junto a corrientes de aguas, que da fruto a su tiempo, y su hoja no cae" (Salmo 1: 3). Los hijos pueden abandonar el techo parental, pero recordarán en tierras extrañas las oraciones que se elevaban en el hogar. "Si alguna ... tiene hijos, o nietos, aprendan éstos primero a ser piadosos para con su propia familia (1 Tim. 5:4)

3. Para producir verdadero gozo en el hogar 

¡ Y qué delicia, qué paz, qué felicidad verdadera hallará una familia cristiana al erigir un altar familiar en medio de ellos y al unirse para ofrecer sacrificio al Señor! ¡Oh qué nueva gracia y vida le proporciona la piedad a una familia! En una casa donde se olvida a Dios, hay falta de educación, mal humor e irritación de espíritu. Sin el conocimiento y el amor de Dios, una familia no es más que una colección de individuos que pueden sentir más o menos afecto natural natural unos por otros; pero falta el verdadero vínculo, el amor de Dios nuestro Padre en Jesucristo nuestro Señor. 

La piedad doméstica proporcionará una confianza perfecta en ese Dios que da alimento a las aves del cielo; proveerá amor verdadero hacia aquellos con quienes tenemos que vivir; no será un amor exigente y susceptible, sino un amor misericordioso que excusa y perdona, como el de Dios mismo, un amor humilde, acompañado por un sentido de las propias faltas y debilidades. "Voz de júbilo y de salvación hay en las tiendas de los justos" (Salmo 118: 15)

4. Para consolar durante momentos de prueba

Cuando llegue la hora de la prueba, esa hora que tarde o temprano debe llegar y que, en ocaciones, visita el hogar de los hombres más de una vez, ¡qué consuelo proporcionará la piedad! ¿dónde tienen lugar las pruebas si no en el seno de las familias? ¿dónde debería administrarse, pues, el remedio para las pruebas si no en el seno de las familias? Cuando la familia ama a Dios y tiene la costumbre de reunirse para invocar el santo nombre de Dios de quien viene toda prueba y también toda buena dádiva, ¡cómo se levantarán las almas desanimadas!

Las familias que honran a Dios disfrutan momentos de felicidad celestial: "aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno , porque tu estarás conmigo" (Salmo 23: 4). "Oh Jehová, hiciste subir mi alma del seol ... Porque un momento será su ira, pero su favor dura toda la vida. Por la noche durará el lloro, y a la mañana vendrá la alegría" (Salmo 30: 3, 5).    

5. Para influir en la sociedad

¿Y quién puede decir, hermanos míos, la influencia que la piedad doméstica podría ejercer sobre la sociedad misma? ¡Qué estímulos tendrían todos los hombres al cumplir con su deber, desde el hombre de estado hasta el más pobre de los mecánicos! ¡Cómo se acostumbrarían todos a actuar con respeto, no sólo a las opiniones de los hombres, sino también al juicio de Dios! ¡Cómo aprendería cada uno de ellos a estar satisfecho con la posición en la que ha sido colocado! Se adoptarían buenos hábitos; la voz poderosa de la conciencia se reforzaría: La prudencia, el decoro, el talento, las virtudes sociales se desarrollarían con renovado vigor. Esto es lo que podríamos esperar, tanto para nosotros mismos como para la sociedad. La piedad tiene promesa en la vida que transcurre ahora y la que está por venir.

man holding his hands on open book
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